La inmensidad en los espacios de quietud
Cuando queremos escuchar nuestros pensamientos tenemos que aprender a disfrutar del silencio, mediante estados de quietud, sea la meditación, la reflexión o la contemplación.
Los espacios de silencio nos aceleran la conexión con el ser, espacios contenidos, definidos para estar pasivos pero atentos, estáticos, como un deck, una pérgola, una sala o un jardín; o espacios diluidos para fluir y reconocernos en el entorno, como una pasarela o un sendero.
Para escuchar el silencio debemos estar en el lugar adecuado. –